Tres consejos para cuando la vida te da sorpresas
Nunca se sabe qué nos depara la vida. Con estos consejos, prepara tus finanzas ante posibles sorpresas.
Principales conclusiones
- Cuenta siempre con algunos ahorros de emergencia. Te recomendamos reservar suficiente dinero como para cubrir entre tres y seis meses de gastos básicos como mínimo.
- Cancela tus deudas con intereses altos o liquídalas por completo: podrían suponer una gran carga financiera.
- Tener seguro es importante. Ten en cuenta tus circunstancias personales y asegúrate de contar con la cobertura de seguro que necesites.
La gente suele tener la sensación de que tienes su situación financiera resuelta… hasta que la vida te da una sorpresa. Podría deberse a una pérdida de empleo, a que un integrante de la familia se enferme o incluso a que se produzca una pandemia. Es difícil predecir cuál será la próxima sorpresa o cuándo podría llegar, pero sí es posible preparar tus finanzas para que, en caso de que suceda lo inesperado, cuentes con un plan. Tenemos algunos consejos que pueden ayudarte a prepararte ante esas sorpresas futuras.
1. Cuenta siempre con algunos ahorros de emergencia
Te recomendamos reservar suficiente dinero en efectivo como para cubrir al menos entre tres y seis meses de gastos básicos. Si estás soltero, no tienes deudas o tienes muy pocas y cuentas con amigos o familiares que puedan ayudarte en épocas difíciles, quizá solo necesites contar con tres meses de ahorros para estar tranquilo. Sin embargo, si tienes pareja, hijos o una hipoteca o alquiler, tal vez lo mejor sería contar con ahorros para seis meses o incluso más. Piensa en la posibilidad de reservar ese dinero en cuentas de fácil acceso, de modo que tengas un acceso rápido al dinero en caso de que lo necesites.
Tal vez parezca mucho, pero un simple paso puede ayudarte: prueba a programar la transferencia de una parte de cada salario a una cuenta que te ayude a acumular tus ahorros a lo largo del tiempo. Las aportaciones programadas se acumularán con el tiempo sin que tengas que prestarles mucha atención. Para conocer más detalles sobre cómo establecer un fondo de emergencia, lee “Ahorrar para épocas difíciles”.
2. Ten cuidado con las deudas con intereses altos
Las deudas con tasas de interés elevadas pueden ser una verdadera carga financiera. Crecen y los intereses se capitalizan y, cuando uno está con el agua al cuello, es fácil sentir que no puede mantenerse a flote. Si puedes, evita esta situación por completo. Aunque las tasas varían según el país, si tienes deudas con una tasa de interés del 15 % o superiores, cancelarlas debería ser una de tus prioridades financieras. Pero si tu situación financiera te lo permite, podrías incluso priorizar la cancelación de deudas con tasas de interés del 6 % o superiores (si bien esto podría no ser evitable en ciertos países).
Reducir la carga de tus deudas te ayudará a liberar dinero para poder destinarlo a otros objetivos financieros —desde jubilarte hasta estudiar o comprar una casa—. También te brinda más flexibilidad y resistencia financieras, lo cual puede resultar útil si sucede algo inesperado, como perder un trabajo. Para conocer más detalles sobre la importancia de cancelar las deudas con intereses elevados, lee “Cancelar deudas con tasas de interés altas”.
3. Tener seguro es importante
El seguro existe para protegerte si alguna vez te enfrentas a una posible pérdida financiera. Dependiendo de tu situación personal, los programas gubernamentales y las ofertas de la empresa donde trabajes, podrías tener en cuenta diversos tipos de pólizas, como la de salud, por incapacidad, de vida, de coche, de cuidado a largo plazo, etc. Cada plan es diferente y es importante investigar y hacer muchas preguntas para entender con exactitud qué cubren las pólizas y qué no cubren.
Ten en cuenta tus circunstancias personales y asegúrate de contar con la cobertura de seguro que necesites, en relación tanto con los tipos adecuados de pólizas como con los niveles adecuados de cobertura. Si bien es tentador no contratar un seguro y así reducir tus gastos mensuales, ten en cuenta que podría ser arriesgado. Después de todo, la naturaleza de una sorpresa es que es algo imprevisto. Quizá no sepas qué tipo de pérdida podrías sufrir, pero es posible que te enfrentes a una situación que te produzca una o más pérdidas. Para acceder a más recursos, visita la sección “Protección” de la página.
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