Consejos prácticos para cuando sus hijos ya no vivan en casa
Llegó el momento: sus hijos se fueron. Estas son maneras de aprovechar al máximo esta nueva etapa de su vida.
Conclusiones esenciales
✓ Esta etapa de su vida puede ser una excelente oportunidad de repasar tanto su planificación financiera como su planificación para las cosas importantes que quiere hacer a continuación.
✓ Si su nueva flexibilidad financiera se lo permite, considere la posibilidad de destinar más dinero a los ahorros para su jubilación.
✓ Piense dónde planea vivir dentro de cinco, diez e incluso veinte años. En lugar de mudarse a una casa más pequeña, explore la posibilidad de ajustar el tamaño de su residencia cada cinco a diez años.
Ver que el último hijo que vivía en su casa se lanza al mundo real puede ser una experiencia emotiva para los padres. Es normal tener sentimientos encontrados o sentir angustia o incluso soledad, pero también puede ser fascinante. ¡De repente, su tiempo es suyo! La casa está vacía y no tiene la obligación de pasar a buscar a uno de sus hijos que sale de entrenar, o limpiar la casa después de una pijamada. ¡Puede tomarse unas muy merecidas vacaciones o mirar los programas que quiere! Esta puede ser una excelente oportunidad de repasar tanto su planificación financiera como su planificación para las cosas importantes que quiere hacer a esta altura de su vida.
Cómo darles espacio a sus hijos para dejarlos madurar
Si bien su vida social puede haberse construido en torno a sus hijos y las actividades de ellos, usted ha entrado a una nueva etapa de su vida. Ahora hay que concentrarse en los aspectos positivos de su vida e intentar hacer lo siguiente:
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Reconocer que está bien sentir pena por la partida de su último hijo. Mantener una actitud positiva y concentrarse en el futuro de su familia.
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Hacer introspección para reconocer su propio esfuerzo. Quizá ya no sienta la necesidad de basar su propia autoestima en los logros de sus hijos.
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Combatir la soledad: haga nuevas amistades, comience a asistir a un grupo de lectura, ayude a otras personas necesitadas o pruebe cómo le va con un nuevo trabajo extra (por diversión o con fines de lucro —o ambos—).
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Programe una cita nocturna con su pareja.
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Recuérdese que sus obligaciones como padre o madre lejos están de haber terminado. Todavía le queda mucho por amar y educar a sus hijos. Ellos siguen necesitando de usted.
Reflexione sobre qué le espera
Su jubilación puede estar acercándose, así que no es demasiado pronto para pensar cómo será su vida después de que deje de trabajar por un sueldo. Estas son algunas preguntas que puede hacerse:
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¿Cuánto tiempo más quiero seguir trabajando?
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¿Debería coordinar mi jubilación con la de mi pareja?
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¿Cómo llenaré mis días y sentiré satisfacción cuando por fin me jubile?
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¿En qué tipo de opciones de trabajo voluntario de mi comunidad puedo participar?
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¿Es demasiado temprano para comenzar a explorar algo nuevo a lo que dedicarse o una última carrera?
Después de haberse tomado tiempo para reflexionar sobre su situación personal, repase su situación financiera y explore estos pasos para sacar el máximo provecho de que sus hijos ya no vivan en su casa.
Revise su presupuesto
Tal vez descubra que sus finanzas domésticas cambian mucho cuando sus hijos se van. Sus facturas mensuales de comestibles y servicios pueden bajar, y es posible que por fin pueda reducir la cantidad de servicios de entretenimiento por suscripción. Revise su presupuesto y haga los cambios que mejor reflejen su situación actual.
Recuerde que no todos sus gastos se reducirán: quizá termine cenando más en restaurantes o gastando más dinero en viajes, así que no olvide incluir esos gastos en su presupuesto. Sus hijos podrían seguir dependiendo de cierta ayuda económica de usted. Intente establecer límites para esa ayuda, tanto por ellos como por usted.
Cancele deudas
Los cambios que haga en su presupuesto pueden hacer que le sobre algo de dinero. Piense cómo sacar el mayor provecho posible de él. Por ejemplo, podría usarlo para cancelar alguna deuda pendiente. Eliminar esas deudas le dará mucha mayor flexibilidad conforme se acerca a su jubilación.
Estas son algunas recomendaciones sobre cómo concentrar sus esfuerzos de reducción de deudas: Podría ser conveniente comenzar por pagar deudas con tasa de interés elevada, como las de tarjetas de crédito, y a continuación seguir con préstamos estudiantiles o de consumo. Cuando cancele los préstamos con tasas altas, asegúrese de pagar el mínimo de las otras deudas que tenga, como préstamos automotrices o tarjetas de crédito con tasas de interés bajas. Y sin importar si tiene sus deudas controladas o no, planifique tener entre tres y seis meses de ingresos como ahorros de emergencia o para épocas difíciles: nunca sabe cuándo podría necesitarlos.
Concéntrese en su jubilación
Reciba su nueva flexibilidad financiera con los brazos abiertos y, si puede, considere la posibilidad de asignar dinero a los ahorros para su jubilación y saque provecho de destinar dinero extra a su jubilación en esta etapa de su vida. En muchos países, cuando está más carca de jubilarse, le permiten hacer aportes adicionales por los que puede ahorrar en impuestos.
Piense en ajustar el tamaño de su casa a sus necesidades
A algunas personas les entusiasma mudarse de una casa grande a una residencia más pequeña, quizá en una ciudad. Otras usan su casa como destino familiar para reuniones festivas y como lugar de descanso entre un largo viaje y otro.
Le recomendamos pensar dónde planea vivir dentro de cinco, diez e incluso veinte años. En lugar de mudarse a una casa más pequeña, hablamos de ajustar el tamaño de su residencia cada cinco a diez años. Las decisiones suelen basarse en cosas tales como el acceso a centros médicos y negocios, las distancias de a pie, el clima, los impuestos sobre los inmuebles y cuánto espera viajar después de jubilarse.
Otra opción podría ser modificar su casa actual para que le resulte más cómoda a medida que envejece con dignidad en su propio hogar.
Repase su plan patrimonial
Al igual que la mayoría de los padres, es probable que haya establecido un plan patrimonial cuando empezó a tener hijos. Y, como la mayoría de los padres, es probable que no haya repasado los detalles de ese plan desde que sus hijos eran pequeños. Pero hoy su vida es diferente, y su plan patrimonial debería reflejarlo.
Por ejemplo, en lugar de que su plan indique quién debería recibir la custodia de sus hijos, quizá le convenga concentrarse en cómo dividir su patrimonio familiar entre ellos. Quizá incluso le convenga poner a uno de sus hijos a cargo de su testamento, nombrarlo beneficiario sucesor de cuentas de inversión o darle poder notarial en caso de que usted no pueda tomar decisiones. Si bien esas pueden ser conversaciones difíciles de tener con sus seres queridos, también son importantes.
La transición a esta nueva etapa de su vida puede ser difícil y fascinante al mismo tiempo, así que tómese tiempo para reflexionar sobre sus sentimientos. Por último, trabajar con su asesor financiero para repasar sus estrategias de ahorros, gastos y planificación para la jubilación puede ayudarle a darse cuenta de que estos cambios tienen una repercusión positiva a largo plazo en su vida y en la de sus seres queridos.
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